«Debes florecer donde has sido plantada», le aconseja su abuela a Christine Bölz, una sirvienta de diecisiete años. Pero ella quiere conocer ese mundo que hay más allá de su pueblo, apenas vislumbrado gracias a la música, los libros... y a Isaac Bauerman, el hijo de la acaudalada familia judía para la que trabaja.
El futuro que ambos sueñan compartir tropezará con obstáculos más insalvables que su origen social. Bajo el régimen de Hitler, en Alemania se aprueban nuevas leyes que prohíben a Christine volver a su trabajo y tener cualquier relación con Isaac. Pero ella se enfrentará a la ira de la Gestapo y los horrores de Dachau en su afán por estar con el hombre a quien ama, por sobrevivir al horror y, finalmente, preservar la verdad.
Una novela inolvidable sobre el valor y la decisión, sobre las atrocidades y el sufrimiento de la guerra y el empeño en no renunciar a la esperanza.
Por fin he podido leer esta novela que llevaba varios meses
en la estantería esperando su turno. La verdad es que no sé porque esperó tanto
porque ha sido una lectura francamente enriquecedora, emotiva e intensa: El
jardín de Dachau.
Es un libro lleno de amor y de historia: aunque haya Historia no me
refiero a esa, me refiero que en la novela se refleja una de las millones
historias que vivieron los alemanes durante la II Guerra Mundial. Un libro muy
duro, realista, pero a la misma vez es un libro lleno de optimismo y esperanza.
La protagonista de la historia es Christine, una chica alemana
y humilde que trabaja como sirvienta para la familia Bauerman, una familia
alemana, adinerada y judía. Christine está enamorada del hijo de los señores,
Isaac; y por lo que veremos desde el principio, ese amor es correspondido por
Isaac. Cuando empezarían a disfrutar de su amor, sus mundos se vendrán abajo:
Hitler ya está en el poder y empezará su batalla contra todos los judíos. Aunque
al principio intentarán verse a escondidas, al final se verán apocados a dejar de verse por miedo a que sean detenidos.
Es un libro simplemente precioso. La historia es
tremendamente dura, pero creo que muy fiel de lo que pudieron vivir una familia
humilde y unida en Alemania durante todo el proceso del holocausto. El libro
está narrado desde la visión íntegramente de Christine, por lo que sentiremos
cada sensación que vivirá: el miedo a perder
a Isaac, pero a la vez ese amor que lo supera; la inseguridad y el
desconocimiento que se vivió durante la guerra en todo el territorio alemán; el
hambre que se pasó tanto antes, durante y también después de la guerra; el pánico
de perder a un ser querido por una bomba, por ser detenido o simplemente el
miedo a no saber qué ha sido de él…
Excepto en La ladrona de libros, siempre he leído cosas del
holocausto en el bando inglés, en el bando ruso, en el bando francés, y por supuesto con la visión judía… pero nunca me había parado a pensar en cómo se
vivió la guerra en un pueblo de Alemania: cómo la gente se unía para evitar las
bombas, como intercambian comida, pero también como se robaba al vecino. Una de
las cosas que más me ha gustado del libro ha sido cómo la autora describe tan
bien la inseguridad y el desconcierto de los alemanes no nazis: no sabían si
era bueno, o era malo Hitler, sólo sabían que los aliados mandaban bombas… esa
sensación de no saber qué pensar ha sido una sorpresa porque en verdad creo que
fue así.
Otra de las cosas que más me ha gustado de la novela es como
ha organizado la estructura del libro: tiene una estructura lineal que va desde
el año 1938 donde Hitler empezó su plan contra los judíos, sigue durante toda
la guerra (ha cambiado algunos datos históricos, como bien dice al final en una
aclaración, para la trama) y continua con la historia de la familia de
Christine después de la guerra: viendo cómo los soldados estadounidenses se
adentraron en sus tierras, cómo los nazis huyeron y se reintegraron en las
vidas alemanas como soldados normales y finalmente y lo más importante, cómo se
vivía en una familia el regreso de las personas que habían vivido la guerra en
un campo de trabajo, o como prisionero; y lo dificil que se hacía vivir intentando
perdonar y olvidar todo lo que había pasado.
Ha sido una lectura con muchos datos históricos, plena, dura, intensa, desgarradora, que te cuenta las calamidades que se pasaron, el miedo
y el desconocimiento que se tuvo, pero a la vez es una historia llena de
optimismo y esperanza donde el amor alberga gran importancia: el amor que
supera las barreras del miedo y te hace luchar por tu padre, madre, hermano,
hermana o por tu novio. Un verdadero placer leer este libro porque narra muy
bien todos esos momentos.
En resumen, El jardín de Dachau es un libro donde nos cuenta la historia de una familia alemana en un contexto histórico como es el holocausto. Una historia de amor que traspasa el miedo, el horror y que sobrevive a todo. Una historia llena de sentimientos, emotiva y muy fiel a la realidad. Con un ritmo pausado, una narración sincera e intensa, unos personajes admirables e inolvidables y con una ambientación magnífica hace que sea un libro interesante, fascinante y emocionante; recomendado 100%.
Gracias a la editorial por el envío del ejemplar