La mujer que nunca tenía frío - Elisabeth Elo

A caballo entre Smilla, misterio en la nieve y las novelas de Dennis Lehane, La mujer que nunca tenía frío es un valiente thriller ecológico y un gran descubrimiento en el mundo del suspense femenino. 

Pirio Kaspárov, una joven de Boston, hija de una acaudalada familia de origen ruso dedicada al negocio de los perfumes, acepta la invitación de su amigo Ned para ir a pescar langostas en su barco langostero recién comprado. Cuando un carguero embiste al pequeño pesquero en el que navegan, ella conseguirá sobrevivir durante casi cuatro horas en las gélidas aguas del Atlántico Norte antes de que un guardacostas la rescate. Sin embargo el dueño del barco no tendrá la misma suerte y Pirio no puede evitar pensar que el naufragio del barco no ha sido un accidente. Será secundada en sus sospechas por su padre, un ruso de carácter frío y profundamente cínico con el que no mantiene precisamente una buena relación. Tendrá además que hacerse cargo del hijo de Thomasina y Ned, el pequeño Noah, de diez años. 

Cuando sus amigos e incluso su propia vida empiezan a estar en peligro, Pirio se verá obligada a emprender un viaje hasta las tierras más remotas del Ártico canadiense, donde le espera un último reto: confiar en ella misma.

Hace unas semanas me ofrecieron leer una novela que se vendía como un thriller ecológico y con un gran suspense y que se asemejaba a Smilla, misterio de la nieve… no pude negarme ante la sinopsis y ante esa portada tan bonita… ¿es una auténtica maravilla eh? Hoy traigo la reseña de La mujer que nunca tenía frío.

La historia comienza muy trepidante. Contándonos que Pirio, nuestra protagonista ha sido rescatada de una muerte segura. Ha estado más de cuatro horas en las frías aguas del Atlántico Norte. Ha sufrido un accidente con su amigo Ned en el barco de éste. Un barco mucho más grande que su pesquero de langostas lo ha embestido: Ned para salvar la vida de su amiga Pirio antes de desaparecer y morir en el mar, llamó a emergencias para intentar salvarla.

No somos testigos de la tragedia en sí, pero sí que veremos después como lo cuenta Pirio, nuestra protagonista. Ella misma es la narradora de la historia y nos contará como fue su experiencia en el mar en esas aguas que casi la matan ¿cómo es posible que aguantará tantas horas en el agua? Éste es uno de los misterios del libro; aunque pase un poco de largo y no nos aclara finalmente el por qué algunas personas tienen esas dotes es una de las cosas que más me ha gustado del libro: el descubrir que hay gente extraordinaria que quizás genéticamente tienen algo que va más allá de lo humano. Una lástima que en el libro se haya quedado solo en mero detalle pasajero.

La tragedia del barco es solo el antecedente de lo que más tarde vendrá: Pirio sospecha que no ha sido un choque fortuito, y que hay cosas que no cuadran. Tras ello, se embarca en una investigación que le dará más problemas de los que ella cree: tanto ella, como su amiga (ex de Ned) y su ahijado Noa, de diez años, están en peligro. A contrarreloj se enrolará en una aventura en la que intentará sacar a la luz las oscuras sombras de los altos empresarios y adinerados hombres de negocios que se dedican a horrores salvajes: nunca imaginé que fuera ese ”desastre”; se hace difícil leer, y descubrir que hay hombres tan poco empáticos con la naturaleza y con los animales… Y sospecho que esto pasa bastante a menudo y no es ficción. 

La protagonista Pirio es una chica que ha tenido muchos problemas de adolescente. Tras la muerte de su madre cuando ella solo era una niña ha ido sacando esa naturaleza fría y apática que sigue teniendo actualmente: no quiere unirse a nadie por el miedo a comprometerse y tener que prometer cosas tan difíciles para ella, ni siquiera a su ahijado Noah. Otra de las cosas que más me han gustado ha sido la evolución que tiene Pirio en el libro: tras un comienzo frío y desinteresado se va convirtiendo en una mujer que hallará la respuesta a sus dudas y se convertirá en una mujer nueva.

Tanto el titulo como el libro en sí juegan mucho con la palabra FRÍO, ya que ella es fría, tanto emocionalmente como físicamente: aguanta las frías temperaturas externas. Aunque es una protagonista que al principio es seca, huidiza… se va haciendo querer, es de esas protagonistas que van poquito a poquito aportándonos sentimientos, detalles de su vida y que vamos comprendiendo sus rompecabezas. Una persona valiente, osada y un poco cabezota, también.

La lectura es muy ágil, aunque en general es pausada. El principio empieza bastante rápido contándonos la historia, pero luego se enlentece para ir descubriendo los distintos personajes, para conocerles. Llegando a los últimos capítulos, volvemos a tener una gran acción donde se desarrollará todo el suspense y se destripará la trama criminal que descubrirá Pirio. Un detalle del lenguaje que no me ha gustado ha sido la traducción: el principio es totalmente chocante, no sé si me habla un chico, una chica, chico o chica. A la vez que habla en femenino, me habla en masculino. Y al ser un nombre tan raro, tuve que estar varios minutos intentando averiguarlo. No sé si será error de impresión o es que han querido hacerlo así, pero creo que esos detalles confunden al lector y no ayudan a la comprensión del libro.

En resumen, La mujer que nunca tenía frío es un libro que descubriremos las leyes del mar. Viviremos una aventura salvaje donde el poder y el dinero corrompen hasta lo más bello de la naturaleza. Una historia cruda, valiente y distinta. Disfrutaremos de los bellos paisajes de Canadá y disfrutaremos de la evolución de nuestra gélida protagonista. Un thriller que aunque no haya mucha acción está marcada en las hojas correspondientes y mantiene la intriga perfectamente. Si eres fan de los thrillers y os gusta la naturaleza, la pesca y los animales no os la podéis perder.

Gracias a la editorial Alevosía por el envío del ejemplar