El templo de la lectura: Primavera cruel

Primavera cruel

Luis Roso

Ediciones B, 2018

488 págs.

Serie: Inspector Trevejo #2

Sinopsis

Madrid, años cincuenta. El inspector Ernesto Trevejo recibe el encargo de enfrentarse a un caso muy difícil: un hombre armado ha aparecido muerto en El Pardo, muy cerca del palacio donde reside Franco.

¿Se trata de un terrorista? ¿Un loco? ¿Puede ser una amenaza real?
Una trama policíaca impecable que es, al mismo tiempo, un retrato fiel y alejado de los tópicos de la sociedad de la época. De la mano de un protagonista a la altura de los grandes del género, Luis Roso mantiene al lector literalmente pegado a las páginas de esta novela.

Opinión

Hace casi dos años salió un libro de un autor primerizo que provocó un golpe de efecto en la novela negra española al urdir una trama y un personaje magnifico en plena época franquista. Como era natural hemos podido disfrutar de las nuevas aventuras del personaje en una nueva novela de Luis Roso, Primavera cruel.

En este caso Ernesto Trevejo se encuentra sumergido en Madrid con sus "cosas", cuando recibe el encargo especial de su jefe: desentrañar un asunto oscuro y delicado en El Pardo. Ha aparecido un muerto en el bosque que rodea al Palacio El Pardo con un tiro en la pierna, y el chaval, porque no tenía más que veintidós años, tenía un pasado tormentoso alrededor del partido comunista. ¿Querrían matar al "jefe"? Pues esto es lo que tendrá que investigar Trevejo, un caso muy enrevesado, que para nada tiene que ver con Franco ya que en poco tiempo Trevejo descubre que el chaval huyó de un coche y fue a parar a este lugar tan estratégico. Cuando todo parece ser un caso de ajuste de cuentas del propio partido comunista, Trevejo descubre más muertes sospechosas y tiene una intuición que este caso va más allá de las apariencias.

Confieso que en este caso me costó arrancar de nuevo. Pero no por la época, no por el personaje, si no por la trama. Al principio parecía claramente un asunto político y que la política tendría un peso importante en el caso, cosa que personalmente no me atraía demasiado, pero claro las cosas que el autor nos tenía preparadas no tienen nada que ver con la política propiamente dicha de la época. Y es que la investigación no nos mantendrá en Madrid, ya que en poco tiempo Trevejo nos describirá el viaje que tienen que hacer hacia Lérida, y un pueblo perdido entre la frontera catalo-aragonesca. De esta forma muy original viajaremos a unos pasajes preciosos, con las masías como telón de fondo, pero con un ambiente de nuevo sórdido y gris debido a los asuntos políticos y personales que rodean el caso. A pesar de un ambiente caluroso, de una primavera llena de luz y sol, sentiremos sensaciones dispares por la confrontación política que había en esa zona fronteriza, y por los asuntos personales de los personajes que protagonizan el caso, y por eso se vuelve más bien, una primavera oscura, y salvaje.

Como no, de nuevo el personaje de Trevejo sobresale y destaca sobresalientemente. Y es que Trevejo tiene algo que enamora, esa presunta dejadez, esas manos que endulzan a unos y a otros, esos teje-majes que tiene y esa responsabilidad de su cargo tan diferente a sus compañeros. En esta novela volveremos a volcarnos en la trama gracias a su manera de desenvolverse, a sus chispeantes diálogos, a los pensamientos tan socarrones que nos regala y porque en realidad la trama está muy bien planteada, se vuelve explosiva y totalmente sorprendente. No esperaba la secuencia que nos tenía preparados en la segunda parte, que mejora a la primera algo más introductoria, y aunque he echado en falta a mi querido Aparecido (aunque tiene alguna escena), creo que la pareja que creó en la anterior novela tenía una química especial que en este caso me ha faltado. Los personajes nuevos me han resultado creíbles y muy buenos: con muchísimas sombras todos ellos, lo que conllevaba a tensionar más la trama en momentos delicados.

Como decía, el principio no me cautivó, pero si lo ha hecho como ha derivado la trama, se convierte en muy jugosa, en algo más terrenal (como siempre) y en algo muy realista en aquella época. Una investigación clásica, pero a la vez con el toque original que tiene Trevejo en sus averiguaciones. Una trama que va in crescendo, con una ambientación de lujo tanto de la época, históricamente hablando, como en la atmósfera creada y con unos personajes de nuevo más que formidables. Una novela negra muy entretenida y absorbente de un autor que sabe escribir historias, y lo hace muy bien y nos regala de nuevo una obra interesante y adictiva.