El día que amaneció sin colores - Jean-Gabriel Causse

El día que amaneció sin colores

Jean-Gabriel Causse

Grijalbo narrativa, 2019

304 págs.

Serie:  autoconclusiva

Sinopsis

Una novela luminosa que dará color a tu vida.Una novela que es como un arcoíris: unos personajes carismáticos, una premisa original, magia, intriga y aprendizaje sobre la simbología de los colores.Una atractiva historia rica en matices, para el deleite de los sentidos. 

Un día misteriosamente los colores empiezan a desaparecer. Así, sin más. Nadie sabe por qué, ni tan siquiera los científicos son capaces de encontrar una explicación razonable. La comida resulta insípida a la vista, la ropa se ha vuelto uniforme, los diseñadores se desesperan, todo es más aburrido, monótono y triste, y la economía se va a pique. 

En definitiva, la vida sin colores es deprimente.
En este nuevo mundo en blanco y negro, Arthur, empleado de una fábrica de lápices de colores, conoce a su vecina, Charlotte, una bella locutora de radio ciega de nacimiento que paradójicamente es una científica especializada en el color. Esta curiosa pareja se embarcará en una arriesgada aventura junto a la hija de Charlotte, una niña con un don especial que podría devolver el ansiado color a la humanidad.

Opinión

La novela francesa me encanta. Tanto su novela negra como su novela dramática. Cuando vi este libro me llamó mucho la atención, pero me olvidé hasta que volvió por arte de magia, y aquí estoy hablando de él tan solo unos días después de que entrara por casa, El día que amaneció sin colores.

¿Os imagináis que un día desaparecen los colores y todo se viera negro, blanco y en su escala de grises? Pues esto es lo que pasa en esta disparatada e ingeniosa historia donde Arthur y Charlotte, y su hija Louise, intentarán solucionar esta gran catástrofe.
Arthur trabaja en una fábrica de lápices de colores, pero las cosas parecen no funcionar y el jefe decide cerrar la fábrica. En su último día Arthur decide mezclar los colores con su máximo color y realizar los últimos colores relucientes y llenos de color. Charlotte es una científica especialista en los colores, pero que ella los ve de diferente forma, los siente ya que es ciega. Estos dos son vecinos y aunque se conocen y comienzan una relación de una forma atropellada serán los únicos que pondrán remedio a estos fatídicos días donde la ira, la tristeza, y todos los peores sentimientos salen a la luz cuando los colores desaparecen totalmente.

Esta historia es tremendamente fresca, original y muy divertida. Pero no le falta el toque realista y reflexivo. Cuando estaba leyendo el libro me daba cuenta de la importancia que tienen en nuestra vida los colores, la luz que transmiten, la vitalidad, la energía, la franqueza que tiñe nuestras vidas con sólo ver, percibir y sentir los colores. Cuando nos quitan ese detalle, que para muchos parece una cosa secundaria, los humanos nos damos cuenta de cuánto los necesitamos y cuánto los extrañamos. La historia detallará fielmente el sentido y la importancia de los colores y cómo nos hemos olvidado de verlos realmente y qué puede pasar si faltaran y nos quedáramos en negro y en blanco. El autor además de la ficción del relato, nos da mucha información verídica de todo lo que la vista y los colores tienen en nuestra vida: es un experto en el tema, y aportas datos científicos y anecdóticos que hacen al relato mucho más interesante si cabe.

La historia es fantástica y me he sentido como una niña leyendo un cuento que narra algo diferente, con moraleja, y sientes que vuelves a ser niño recordando la relevancia que tenían tus lápices de colores... ¿Os acordáis de Lápices Alpino? Pues parecidos a esos serán los lápices que cambiarán el mundo y que serán los lápices que vuelvan a dar luz y color a nuestras vidas y asobre todo a nuestras mentes. La historia narra lo que puede pasar si pasara y como afectaría a la gente y eso nos expondría a multitud de problemas: una tristeza sin igual, sin ilusión, enrabietados, sin rumbo, una vida totalmente en banco y negro.

El autor escribe de forma casual, ligera y muy ágil. El libro se lee sólo, en menos de dos días puedes leértelo sin problemas por su forma natural y sencilla. Desde el principio congenias con sus personajes y será fácil entender qué les pasa. Arthur es un hombre perdido, alcohólico, sin rumbo en la vida. Charlotte es una mujer invidente, muy inteligente, una supermadre, valiente y luchadora. Louise una niña asombrosa que gracias a las dotes que ha heredado de sus padres, Charlotte y un indio que siente los colores por los sonidos, hará que sea nuestra pequeña gran heroína y sea ella la gran protagonista que recupere el color del mundo. Son unos personajes que destacan por su realidad, por transmitirnos y porque nos caen bien, sin más. Les pasan muchas aventuras, sencillas, pero muy divertidas y algunas algo arriesgadas: nos mantendrán en tensión por descubrir si finalmente encontrarán la solución al problema.

El día que amaneció sin colores es una historia tierna, asombrosa y de corte pausado, que nos deja pensativos por lo que leemos y hará que entendamos la verdadera importancia del color y lo valioso que llega a ser en nuestra psicología y en nuestra vida normal: veamos el mundo diferente, con más ganas, con más luz... Diferente a lo que veíamos antes, de detalles insignificantes que sí son importantes. Una historia preciosa y sugerente, muy entretenida que se lee para disfrutar, y que me ha dejado feliz por su espíritu positivo y por el poso que deja.

Recomendado: Sí,

lectura para disfrutar y reflexionar