La radio de piedra
Juan Herrera
AdN, 2017
216 págs.
Serie: Autoconclusiva
Sinopsis
"La radio de piedra", primera y deslumbrante novela de Juan Herrera, es una pequeña joya literaria que sorprenderá y emocionará por su lúcida mirada sobre unos tiempos pasados que no necesariamente fueron mejores.
Con ternura, nostalgia, crítica social e ironía, Juan Herrera nos sumerge en un polvoriento pueblo castellano perdido en la retaguardia de una guerra sin sentido.
Un microcosmos habitado por moscas pegajosas, beatas enamoradas, hermanas lujuriosas, mendigos trashumantes, un ciego memorioso, un poeta cojo, un alcalde honrado, un cura cruzado...
Toda una galería de alucinados lugareños reunidos cada noche, en torno a una radio de galena, para que su único oyente, su dueño, les contara la guerra.
Con ecos de la picaresca clásica, de "El bosque animado", del "Amarcord" de Fellini, de Azcona y de Berlanga, "La radio de piedra" es un homenaje a la comunicación oral, a la solidaridad, a la tolerancia y al humor que revela la aguda capacidad para el retrato y la evocación de uno de los guionistas más personales y carismáticos de nuestro país.
Opinión
No conocía este libro que hoy os traigo al blog. Cuando
entró en casa leí la sinopsis y dije pues no pinta nada mal... El autor es un
hombre muy ducho en el tema de la tele, radio y todo lo relacionado con el
mundo periodístico original. Es uno de los creadores de El Hormiguero, Humor
amarillo o El juego de la oca, o el que realizó el primer “morning” radiofónico
en España, Jack el Despertador. Un guionista que tiene una visión y una mente
poderosa y en esta ocasión ha creado una auténtica maravilla en forma de novela,
La radio de piedra.
La guerra es terrible, pero no consigue nunca parar la vida. La vida puede más que la guerra. La vida puede con todo.
La radio de piedra narra la historia de un pueblo recóndito
y pequeñito alrededor de una radio. Es una historia sencilla, pero con mucho
trasfondo. Un hombre inquieto y muy
habilidoso, El Águila, con solo una piedra de galeno y un trocito de cobre un
día construye una radio, una radio que dará un vuelco y una transformación al
pueblo total e impresionante. A raíz de este hecho, todo el pueblo, todas las
noches se traslada a la casa de El Águila para que le transmita las noticias
que dan en la radio de la guerra que está aconteciendo en esos momentos en
España: la guerra civil española con Franco al frente junto a los aliados alemanes.
De esta forma el pueblo sufrirá hechos trágicos, divertidos y totalmente
inesperados e inquietantes que cambiará el rumbo de los habitantes del pueblo y
pos supuesto del lector tras leer el libro.
En la guerra, los niños o lo pasan muy mal o lo pasan muy bien, no tienen término medio. Cuando no los matan ni los bombardean ni les dejan huérfanos, lo pasan bien. En las guerras no hay clases y los mayores les dejan en paz porque están demasiado ocupados pasando miedo.
La radio será el nexo y la forma que el autor aúna a todos y
de esa forma consigue retratar y describir a muchos de los habitantes del
pueblo. Los personajes más importantes son El Águila, creador de la radio (el
cual intuyo que está basado en el abuelo del autor), el alcalde Fulgencio un
franquista acérrimo que adora a su gran Franco, pero no sabe ni como es; el
cura don Críspulo, un canónigo de una fe inquebrantable y su hermana doña
Leocadia; los mendigos el ciego y sabio Dimas y el querido y simpático (pero
algo tonto) Abelito; el habitante más resabido y pesado poeta (y cojo también)
del pueblo, Menasalbas; las tres hermanas a las que le apasionan las lombrices
de los hombres (una metáfora tan magnifica y muy divertida como ingeniosa); y por último los
alemanes, aquellos hombres que anidaron durante meses en los pueblos
castellanos y que dejaron misterios, risas y algún que otro amorío (o hijo) en esta España castellana.
Porque nadie podrá negar que las guerras, además de una vergüenza, son un gran espectáculo. Las guerras tienen prestigio, y cuando más sangrientas y crueles, más prestigio. A pesar de su coste disparatado y del derroche de dolor y de odio que provocan durante generaciones, las guerras siempre han sido las madrastras del progreso.
Los personajes son indescriptibles: todos diferentes, tan
reales, tan poéticos, tan definidos. Impresionante es decir poco para contar la
sutileza y la ironía con la que el autor narra los acontecimientos que van pasando
durante aquellos meses y también con los nombres, con las descripciones y con
las frases que usa para describir la atmósfera tan gris que se vivía y
respiraba en aquella época: la alocada y distorsionada vida de un pueblo donde
solo quedaban los niños, las mujeres, los mendigos, y los enfermos durante la
sangrienta guerra que se vivía en otros lugares muy cerca de allí. De una forma
divertidísima, pero llena de crítica social y con verdadera pasión por la
radio, por la comunicación y con un acierto increíble el autor nos narra unas locas
aventuras tan atípicas a lo que solemos leer en libros con este contexto
histórico, muy sencillas, pero a la vez que transmiten saber y cordura en tiempos donde no la hubo, y que
marcaron tanto a nuestros abuelos.
Las moscas y los hijos de puta disfrutan en la guerra porque hay basura en abundancia y porque ambos son inmunes a la mala conciencia
Una lectura especial, magnética y corta. Cuando una novela
quieres más y más es porque tiene fuerza, tiene ese elemento que transmite
sensibilidad, nostalgia, entretenimiento incluso. No sé cómo explicar lo mucho
que me ha gustado esta novela. Tan sencilla, sabia y loca como divertida y crítica.
Con unas frases para remarcar, con mensajes finales y con un gran homenaje a
todos los que hicieron posible la transmisión y comunicación de noticias en épocas
tan difíciles como aquella. Es un libro para no olvidar, un regalo para
disfrutar; una auténtica joya para deleitarnos y conocer fácil y bien a nuestros
antepasados, sus problemas, su visión y su manera de actuar de forma ingeniosa,
pero muy inteligente. De verdad, una interesantísima novela, perfecta y mágica
que os recomiendo a todos.
No tiene mala pinta, si cae en mis manos le daré una oportunidad.
ResponderEliminarBesos
Totalmente de acuerdo contigo, Ojalá no pase desapercibida está preciosa novela
ResponderEliminarBesos
Pues hija, no la había visto y tiene una pinta estupenda por lo que cuentas. Me la apunto, sin duda :)
ResponderEliminarBs.
No lo conocía pero desde este momento me pongo a su busca y captura, me parece original y distinto, dos bases fundamentales para que un libro se convierta en una buena lectura.
ResponderEliminarGracias por traerlo.
Besitos.
Pues no lo conocía, pero me has convencido con lo que cuentas :)
ResponderEliminarBesos!
No tiene mala pinta, pero tampoco me atrae suficiente ahora mismo.
ResponderEliminarUn beso ;)
A mí la verdad es que lo de humor me echa para atrás.
ResponderEliminarBesos.
Pues no me importaría nada leerla, me has conquistado con tu entusiasmo...y me gusta esa combinación de sabiduría y humor, muy curioso.
ResponderEliminarBesitos
La verdad es que no me llamaba nada hasta leer tu reseña!
ResponderEliminarBesos
Creo que os habéis divertido Laky y tú con esta novela...no? ;)
ResponderEliminarMe gusta el hecho de que sea coral y que sus personajes sean especiales, cada uno a su manera...
Eso iba a decirte, ¿Juan Herrera, pero Juan Herrera? Adoro a ese hombre. Le envuelve un halo de inteligencia que me encanta.
ResponderEliminarNo conocía de nada el título, me has dejado super intrigada.
Me lo anoto por el momento.
BEsos.
Me alegra que te haya transmitido tanto, la verdad es que no lo conocía. Un besote :)
ResponderEliminarNo es un libro que me llamara mucho, pero después de leerte, desde luego le voy a tener que hacer un hueco.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues pensaba que el libro iba de otra temática pero viendo la sinopsis y tus impresiones me da que le puedo dar una oportunidad. Besos
ResponderEliminar¡Hola guapa!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu reseña. No conocía la novela y la pones tan bien que dan ganas de leerla. Tengo curiosidad :D
¡Besos!