24 de junio de 2019

La séptima lápida - Igor de Amicis


La séptima lápida

Igor de Amicis
SUMA, 2019
400 págs.
Serie:  autoconclusiva

Sinopsis

Un cementerio de Nápoles, siete fosas excavadas en la tierra y en cada una de ellas una lápida con nombre y apellidos ya grabados. Pero solo la primera tumba está ocupada. Por el cuerpo de un jefecillo de la camorra con la garganta cortada de un tajo. Las otras seis siguen vacías. Una advertencia. Y algo más: una promesa. Entre los destinatarios del macabro mensaje hay delincuentes de poca monta y jefes de los clanes, narcotraficantes y asesinos, según una lógica que la policía no logra desentrañar. 
El último nombre es el de Michele Vigilante, un hombre que se ha convertido en leyenda haciéndose respetar primero en la calle, con el lenguaje de la violencia, y después en la cárcel, con el lenguaje del honor. Ha pasado veinte años en una celda y ahora que ha obtenido la libertad parece que la condena que lo aguarda fuera es aún peor. Porque el tiempo cambia muchas cosas, pero no borra el pasado. Y él nunca se ha detenido ante nada, y mucho menos lo hará antes de saldar todas sus cuentas.

Opinión

Vi este libro y me gustó mucho la portada junto a la sinopsis. Thriller, Italia, violencia e intriga, ¿qué más se puede pedir? La séptima lapida.

Vigilante es un hombre respetado en la cárcel, lleva muchísimos años dentro y todos, los reclusos y los carceleros le tienen un respeto importante, por eso, cuando le dan “los días” (los días sumados por buena conducta y los trabajos realizados para salir antes de la cárcel) le otorgan el honorífico código de la cárcel al salir de ella: le muestran que saben que no va a volver a ella nunca más. Mientras Vigilante sale de la cárcel, sabemos que alguien está matando fríamente y parece una venganza en toda regla: han encontrado un cadáver en el cementerio con su lápida ya creada, pero lo más alarmante es que hay seis lápidas más, con los nombres de sus futuros propietarios: delincuentes violentos, mafiosos, traficantes... En la séptima lápida, la última, se haya el nombre de Michelle Vigilante. Este asesinato, y posibles asesinatos son investigados por la policía de la Brigada Móvil, y aunque el caso lo llevan varios inspectores, el peso protagonista lo lleva Lopresti y su compañero Corrieri, un policía que espera ansiosamente su jubilación. Juntos intentarán resolver y averiguar dónde se hallan para evitar más derramamiento de sangre.

Comienza así una contrarreloj para evitar que el Destripamuertos empiece una sangría de muertes, violencia y sinrazón. Comienza una investigación en la que básicamente intentan encontrar a los nombres que han sido amenazados de muerte, pero el caso se va obstaculizando y los muertos van apareciendo, la violencia se instala y nadie sabe la razón de estas muertes y quién está detrás de todo esto. Mientras la investigación sigue su curso, Vigilante intenta seguir en libertad, huir y llegar a un lugar determinado, pero la violencia le persigue y va dejando sangre y animadversión entre sus antiguos colegas que creen que la salida de la cárcel y la llegada de Destripamuertos van asociadas.

Los tres grandes protagonistas son Vigilante (y sus antiguos colegas), y el inspector Lopresti y su compañero Corrieri. Estos tres personajes, a pesar de no tener un gran desarrollo y profundidad, consiguen transmitir la pasión que tiene cada uno en cerrar el caso. Todos tienen una razón y la iremos conociendo a medida que avanza la historia. Vigilante es el personaje más perfilado de todos. Conocemos su pasado, su presente y como ha ido tejiendo su vida en la cárcel. Los otros dos, aunque deja entrever ciertos aspectos de la personalidad, quedan poco retratados en general.

Una de las cosas que me ha encantado ha sido la endiablada y magistral atmósfera que el autor ha creado: visualiza de forma bestial una Italia llena de asesinos, mafiosos, narcotraficantes, como viven dentro y fuera de la cárcel. Se nota que el autor conoce de primera mano la vida en la cárcel porque describe momentos culmen dentro de esta, los describe de forma autentica y muy realista, da vértigo sentir tan vividamente los hechos que acontecen dentro y fuera de la cárcel. La ambientación es lo más destacado de la novela, lo hace magníficamente transportándonos a escenas de película en la que no podemos dejar de visualizarlas y leerlas.

La historia se lee estupendamente, el autor consigue atrapar a lector en una lectura trepidante, sin respiración, con acción constante y la intriga de no saber quién está detrás de estos siniestros asesinatos. Está dividido en capítulos de gran extensión, aunque dentro de cada gran capítulo se subdivide y acaba creando una visión panorámica de todas las escenas y personajes que tenemos. Cada gran capitulo está encabezado por una frase de grandes clásicos: Joseph Conrad, Victor Hugo, León Tolstói, Alejandro Dumas o Hans Christian Andersen; justo antes del capítulo el autor nos regala un fragmento clave de las obras que más tarde nos daremos cuenta que tienen un sentido especial en la trama narrada. A lo largo de la novela se habla intensamente de literatura, de la grandiosidad de leer, y la libertad que produce dentro de un encierro casi permanente. La pluma del autor es excelente, tiene el control absoluto de todo, y escribe de forma ágil y autóctona atrapando en una atmósfera especial.

La novela me ha bebido muy rápidamente. El ritmo y la acción no cesan, es una lectura de corte rápido por lo que la lectura se hace insaciable. Me ha gustado, el final me ha impactado, pero me ha faltado algo. Quizás profundizar más y mejor en las razones de esas muertes, profundizar más en los personajes. Pero lo que es innegable que es un thriller impetuoso, con una excelente ambientación que cuenta una historia cruel con un trasfondo lleno de ajuste de cuentas y mucha vendetta. Me ha parecido un libro que puede llegar a ser película perfectamente, y que a pesar de esos aspectos negativos o esos aspectos que le faltan (es el primer thriller del autor, se lo perdonamos, por toda la verosimilitud que muestra), me ha entretenido muchísimo y me ha tenido enganchada hasta el final. 

Recomendado: Sí,
un entretenido thriller de verano

19 de junio de 2019

Antes de los años terribles - Víctor del Árbol


Antes de los años terribles 

Víctor del Árbol 
Destino, 2019
464 págs.
Serie:  autoconclusiva


Sinopsis

«Antes de los años terribles yo era un niño feliz en ese lugar. La felicidad parecía el estado natural de la vida, algo tan obvio como que cada mañana salía el sol. Los primeros rayos de luz se colaban entre las ramas de palma del techo aquella mañana en la que todo empezó a cambiar.» 
La vida de Isaías volvió a empezar el día que llegó a Barcelona siendo un muchacho y dejó atrás su mundo. Después de mucho tiempo ha construido una nueva vida junto a su pareja, mientras intenta abrirse camino con un negocio de restauración de bicicletas. Todo cambia el día que recibe la visita de Emmanuel, un antiguo conocido que lo convence para que regrese a Uganda y participe en un encuentro
sobre la reconciliación histórica de su país.
 
Aceptar esa propuesta hará resurgir un pasado que Isaías creía haber dejado atrás. Se verá forzado a enfrentarse al niño que fue, mirarlo a los ojos sin concesiones y perdonarse a sí mismo, si quiere seguir 
adelante con su vida y no perder a su mujer, que pronto, y de la peor manera, descubrirá una terrible verdad: no siempre lo conocemos todo de aquellos a quienes amamos. 
Cuando se ha llegado demasiado lejos, huir no es una opción.

Opinión

Nuevo libro de Víctor del Árbol y yo de nuevo me sumerjo en su nueva historia, Antes de los años terribles.

El primer capítulo de la novela nos cuenta de qué va este libro: conoceremos a Isaías Yoweri que está narrando su vida a Cécile, una periodista. Así comenzará una aterrodora y sufrida vida donde hay un antes y un después en la vida de Isaías, la llegada del monstruo que cambió y destruyó su mundo tan feliz hasta ese momento.

La vida de Isaias nos la cuenta él mismo en dos líneas temporales que tendrá un nexo común, Samuel Abu, y donde continuamente se interrelacionan entre sí. Samuel Abu será el hilo con el cual en el 2016 decidirá volver a su tierra natal, Uganda, para cerrar viejas heridas y contar por fin su historia. En el viaje le acompañará su mujer, Lucía que está embarazada. Allí tendrá que reabrir viejas heridas y volver a coincidir con gente que él creía ya olvidada, pero lo que no sabe es que tras el secuestro de su esposa comenzará a sangrar su más siniestra herida. La línea temporal del pasado nos lleva al año 1992, justo antes de todos esos años terribles, que tan bien representa el título de la obra, y nos relata su niñez, su vida y como todo se destruyó con la llegada de Joseph Kony, un guerrillero real conocido como El Hechicero del Nilo que atrapaba a niños pequeños para poder derrotar al gobierno de Uganda con los conocidos, niños soldado.

Así comienza una demoledora obra donde el sufrimiento, el dolor y también el perdón están impregnados en cada palabra y en cada escena. Una obra que cuenta la dura y terrible vida de Isaías y como esos años, pasado el tiempo, siguen viviendo en él. Relata la vida de un niño negro en Uganda feliz y soñador y como las guerrillas y los hombres le convirtieron en el Cazador, un niño soldado obligado a encontrar personas negras albinas, y como vivió esos años intentando sobrevivir e intentando cuidar a su hermano pequeño Joel, también secuestrado, pero muy unido al grupo guerrillero. Esta línea temporal es muy difícil de leer, a pesar de ser una historia ficticia, el contexto histórico es muy real, y sabes perfectamente que es una historia más de las muchas que niños como él sufrieron: violaciones, humillaciones, violencia, temor, y a la vez sed de venganza o necesidad de ser halagado por el jefe, contradicciones que sentiremos en la vida de Isaías y que entenderemos perfectamente. Derrocha verosimilitud, emoción y también rabia y desazón. Mientras que en la línea actual el autor nos regala unas reflexiones excepcionales: habla del mutismo interior, del miedo a recordar, perdonar y ser perdonado o de la fragilidad humana. También nos muestra cómo se rompe un ser humano en un momento en la vida y como ese punto, sobre todo ocurrido en la niñez donde se conforma tu personalidad, destruye todo y lo deja muerto.

De nuevo Víctor construye un relato donde hay de todo, como siempre, buenos y malos, pero sobre todo gente que está atrapada en el medio. Ese lugar donde mucha gente se mece y no sabe en qué lugar se encuentra. Isaías tiene un complejo perfilado y una personalidad que se ha ido labrando a consecuencia de sus vivencias y pasado, esto le ha hecho ser así, difuso, incomprendido y un ser infeliz, a pesar de tener una vida plena actualmente. A través de su pasado iremos descubriendo sus más íntimos secretos y como estos oscuros sentimientos le han influido en su presente vida. Joel, Lawino, Emmanuel, Samuel Abu, Christian o Kony son personajes secundarios respecto a Isaías, pero sin los cuales el relato no sería lo mismo. Personajes muy significativos, que están muy bien definidos y con los que el lector sentirá diferentes emociones: rabia, ternura, incomprensión, compasión, locura. Diferentes percepciones, diferentes personajes pero todos despiertan algo y representan perfectamente a las distintas personas que han vivido esta masacre física y psicológica, a las víctimas y a los verdugos, y como pasado el tiempo, no sabes muy bien quién es quién.

La historia es fantástica y emocionante. Al tener dos líneas la intriga y la tensión está asegurada: queremos saber más y queremos conocer los detalles de la vida tan intensa y terrible de Isaías, y Víctor consigue envolvernos en una atmósfera perfecta: siniestra y oscura para describir la vida de los niños soldado, durante una guerrilla o la insensibilidad que te queda después. La novela habla de muchos temas: el perdón, el dolor, la esperanza, los sueños, incluso habla del propio ser, de la persona... Lo más interesante y que más me ha gustado de la novela y donde veo un ingente desafío del escritor y donde se ve su enorme potencial es en las descripciones y reflexiones que hace. Son tan de dentro, tan de verdad, tan intensas que se te revuelve todo tu ser leyendo cada palabra. Parece que te desnuda, entrando tan profundo que te desarma y te deja sin palabras.

Es impresionante como de nuevo logra entrar dentro del lector con una historia como ésta. Es de enorme necesidad leerla para poder entender tantas cosas, tantas miradas ajenas, tanto dolor y sobre todo tantas injusticias. Me ha parecido la novela más redonda y mejor escrita de lo que yo llevo leído de Víctor, se nota como ha madurado y como ahonda en temas críticos sin miedo y con valentía. Si todavía no has leído a Víctor, creo que te pierdes no sólo a un gran autor, si no que te pierdes historias que te hacen reflexionar, que además te emocionan siempre con finales tan acertados y que te ayudan a ser mejor persona porque empiezas a entender al ser humano, con sus errores y sus aciertos. Una obra redonda, con una atmósfera envolvente llena de emoción contenida, protagonizada con un personaje muy especial y con una historia terrible detrás, pero muy real que animo a leer a todo el mundo. 

Recomendado: Sí, muchísimo
la novela más redonda de Víctor

Reseña:

10 de junio de 2019

Ocho millones de dioses - David B. Gil


Ocho millones de dioses

David B. Gil
SUMA, 2019
616 págs.
Serie:  autoconclusivo


Sinopsis

Un hombre de fe obligado a desentrañar los más terribles crímenes, un joven samurái erigido en su protector, un viaje a través de un país castigado por siglos de guerra. 
Toledo, 1579. El padre Martín Ayala recibe la inesperada encomienda de regresar a Japón -el país donde se formó como sacerdote y misionero- diez años después de ser apartado de la misión por su relación ilícita con una joven japonesa. Alguien está asesinando con ritual crueldad a los padres cristianos en dichas costas. Ayala, considerado el máximo conocedor del idioma y las costumbres niponas en el seno de la Iglesia, deberá desentrañar las razones que se ocultan tras estas muertes. 
Japón, año 7 de la Era Tenshô. Kudô Kenjirô, hijo de un samurái rural, es elegido para una ingrata labor: proteger a un extranjero llegado con la intención de investigar unos crímenes inciertos. Kenjirô pronto descubrirá que fuerzas extrañas conspiran para que el visitante no lleve a buen puerto sus pesquisas. Juntos recorrerán un Japón devastado por la guerra y emponzoñado por las conspiraciones. A medida que el jesuita se reencuentra con su pasado, el curso de la investigación se desvelará fundamental no solo para la pervivencia de la cristiandad, sino para el propio futuro del país.

Opinión

Tenía muchas ganas de leer a David B. Gil, he leído estupendas críticas de muy diferentes personas y quería adentrarme por fin en una de sus historias; por fin lo he hecho, Ocho millones de dioses.

El padre Martín Ayala es enviado a Japón para descubrir quién está detrás de los siniestros asesinatos de varios jesuitas asentados allí. Ayala estuvo viviendo muchos años allí, conoce perfectamente las costumbres y el idioma y es la persona ideal para intervenir e investigar en aquellas lejanas tierras. Kudō Kenjirō es un goshi, un samurai que se dedica a labores de campo, que sólo aspira a trabajar el campo y estar con su familia, pero su señor y su padre le han elegido como guardaespaldas de Ayala por tierras niponas para evitar que le pase nada malo. Juntos recorrerán los caminos nipones, algunos muy peligrosos, para desentrañar las circunstancias que están ocurriendo en Japón con los cristianos. Pero este viaje no lo harán solos, porque a escondidas de estos, les sigue otra persona, otro samurai, Igarashi, con un objetivo a cumplir impuesto por su señor: espiar y descubrir qué es lo que saben Ayala y Kenjirō.

Ayala tiene una labor muy importante, descubrir quién está matando a sus compañeros jesuitas, pero además de esta aventura, se tiene que adentrar en su propio debate interno: la desilusión, la pena, la aflicción en sí mismo por un pasado que todavía tiene muy presente: una mujer llamada Junko hizo que tuviera que partir de ese país; no sabe dónde está ni si vive, y esa angustia y dolor todavía le rompe por dentro. Una lucha interna que se mezclará con la lucha por sobrevivir en un sinfín de adversidades que Kejirō y él tendrán que lidiar para seguir con vida. Kenjirō por su parte tiene otra lucha interna que deberá aplacar durante el viaje que empieza. Y es que Kudō comienza el viaje siendo un joven sin mundo; no ha salido de su aldea, pero es un chico fuerte, con una mano de hierro que se vuelve defensor a ultranza de Ayala. Veremos su crecimiento personal que terminará con una determinación y orgullo de sí mismo y se convertirá en un auténtico y excelente samurai.

Los dos juntos recorren los caminos que les unirán de forma perenne, muy fuertemente casi hasta la muerte, y hará que nazca una amistad verdadera a pesar de las diferencias que les separan como son la religión, los dioses o los valores tan distanciados que cada uno veneran. El autor consigue con dos personajes opuestos transmitir al lector la pasión que cada uno otorga a la vida y a su trabajo, la templanza ante las adversidades o el miedo, el valor ante las injusticias, el saber perdonar y perdonarse a uno mismo, y ante todo destaca la amistad entre dos figuras que se respetan y se admiran mutuamente donde finalmente nace un sincero amor paterno-filial que dejará huella en el lector.

Hay otro personaje protagonista, Igarashi que tiene también un peso importante en la historia. Es un espía que también lleva un lastre enorme y muy pesado a su espalda: un pasado lleno de traiciones a su propia familia que todavía carga en su presente ya que tendrá que hacer cosas que quizás no esté orgulloso de ello para salvar a su pueblo. Esto hará al personaje mucho más interesante, más oscuro, más siniestro, pero a la vez desata un cariño particular, supongo que ayuda que ese dolor e inquina que irradia sobre sí mismo transmite algo más profundo, aun así el lector tendrá que ir descubriendo la verdadera naturaleza de este personaje de mil caras y no sabremos si su maldad es auténtica o sólo una careta más.

Además de estos tres personajes, hay muchos personajes secundarios que son tan importantes para los protagonistas como para la propia historia: todos los personajes están muy bien perfilados, dibujados con mimo y con lujo de detalles, ciertamente contraen algunos claros y muchas sombras a lo largo del relato para formar una historia aún más completa y sugestiva donde se ve claramente una clara evolución y consiguen despertar en el lector esa necesidad de saber más de ellos y querer continuar con su historia. Queda claro, entonces, que aparte de crear historias, este autor crea unos personajes dignos de admiración por todo su tesón, su forma de transmitir los mensajes y porque sabes que hay un excelente trabajo detrás de ellos llenos de documentación, de perfilado minucioso y todo ello hace que la novela sea leída con gusto, disfrutada al máximo y con pena de terminarla.

Me ha gustado muchísimo esa mezcla de novela histórica, de intriga, de aventuras y thriller negro. Me ha encantado como el autor construye un intensísimo relato donde la ambientación es otra de las claves del éxito que le auguro a la novela: es una auténtica maravilla. La prosa del autor es exquisita, deleitándonos con unas descripciones tan visuales y tan auténticas que parece que estemos allí mismo:  paseos interminables descubriendo el Japón del siglo XVI tan distinto y tan parecido al de ahora con sus amables tratos; el uso de las palabras japonesas utilizadas y su significado; describe ciertas tradiciones antiguas, sus costumbres, los pueblos y su arquitectura, la vestimenta, los olores... pero también tenemos muchas aventuras y desventuras, una investigación criminal, mucha intriga y diferentes tramas: batallas entre cristianos y bonzos, traiciones y deslealtades indeseables, conspiraciones por el poder, pero sobre todo descubrimos cómo eran las gentes del lugar, como cada uno luchaba por lo que creían su verdad, y como nace entre seres de diferente naturaleza relaciones de verdadera amistad: occidente y oriente unidos, por fin, en paz.

David B. Gil ha creado una historia excepcional y muy especial, tan mágica que no quieres que acabe nunca. He tenido el gusto de leerla lenta, sin prisas, disfrutando con cada palabra, cada descripción, cada escena. He disfrutado de la prosa y de los personajes, porque esta novela es una novela de grandes e inolvidables personajes donde sus historias se ven entrelazadas por el destino convirtiéndolos en pequeños héroes. Me encanta que la historia tenga de todo (conspiraciones, secretos, mentiras, traiciones, deslealtades, amor, amistad, batallas, muertes, historia, poder, religión, dinero...) y todo quede tan bien encajado donde nada chirría y donde todo tiene un porqué; todo esto está dentro de un contexto histórico real con muchísimos personajes reales donde la historia de Ayala y Kenjirō es una más. Y es que es una historia  muy entretenida, apasionante y muy ambiciosa: abarca muchos temas con la tensión necesaria en cada momento para que el lector quede atrapado en sus páginas. La novela es un fiel retrato del Japón del siglo XVI, que se debate en guerra por sus territorios, por su gobierno, y sobre todo, por la lucha entre religiones y de poderes. Me ha dejado alucinada la capacidad del autor de recrear todo y... ¡es que lo hace de forma magistral! Espero que no sea la última vez que lea sobre Ayala y Kenjirō, y estoy segura que muy pronto repetiré con sus anteriores libros y que recomendaré al autor desde este mismo momento.

Recomendado: Sí, muchísimo
una historia especial para disfrutar