La séptima lápida
Igor de Amicis
SUMA, 2019
400 págs.
Serie: autoconclusiva
Sinopsis
Un cementerio de Nápoles, siete fosas excavadas en la tierra y en cada una de ellas una lápida con nombre y apellidos ya grabados. Pero solo la primera tumba está ocupada. Por el cuerpo de un jefecillo de la camorra con la garganta cortada de un tajo. Las otras seis siguen vacías. Una advertencia. Y algo más: una promesa. Entre los destinatarios del macabro mensaje hay delincuentes de poca monta y jefes de los clanes, narcotraficantes y asesinos, según una lógica que la policía no logra desentrañar.
El último nombre es el de Michele Vigilante, un hombre que se ha convertido en leyenda haciéndose respetar primero en la calle, con el lenguaje de la violencia, y después en la cárcel, con el lenguaje del honor. Ha pasado veinte años en una celda y ahora que ha obtenido la libertad parece que la condena que lo aguarda fuera es aún peor. Porque el tiempo cambia muchas cosas, pero no borra el pasado. Y él nunca se ha detenido ante nada, y mucho menos lo hará antes de saldar todas sus cuentas.
Opinión
Vi este libro y me gustó mucho la portada junto a la
sinopsis. Thriller, Italia, violencia e intriga, ¿qué más se puede pedir? La séptima
lapida.
Vigilante es un hombre respetado en la cárcel, lleva muchísimos años dentro y
todos, los reclusos y los carceleros le tienen un respeto importante, por eso, cuando
le dan “los días” (los días sumados por buena conducta y los trabajos realizados para salir antes de la cárcel) le otorgan el honorífico código de la cárcel al salir de
ella: le muestran que saben que no va a volver a ella nunca más. Mientras Vigilante sale de la cárcel,
sabemos que alguien está matando fríamente y parece una venganza en toda regla: han encontrado un cadáver en el cementerio con
su lápida ya creada, pero lo más alarmante es que hay
seis lápidas más, con los nombres de sus futuros propietarios: delincuentes violentos, mafiosos, traficantes... En la séptima lápida, la
última, se haya el nombre de Michelle Vigilante. Este asesinato, y posibles
asesinatos son investigados por la policía de la Brigada Móvil, y aunque el
caso lo llevan varios inspectores, el peso protagonista lo lleva Lopresti y su
compañero Corrieri, un policía que espera ansiosamente su jubilación. Juntos intentarán resolver y averiguar dónde se hallan para evitar más derramamiento de sangre.
Comienza así una contrarreloj para evitar que el Destripamuertos
empiece una sangría de muertes, violencia y sinrazón. Comienza una
investigación en la que básicamente intentan encontrar a los nombres que han
sido amenazados de muerte, pero el caso se va obstaculizando y los muertos van
apareciendo, la violencia se instala y nadie sabe la razón de estas muertes y
quién está detrás de todo esto. Mientras la investigación sigue su curso,
Vigilante intenta seguir en libertad, huir y llegar a un lugar determinado,
pero la violencia le persigue y va dejando sangre y animadversión entre sus
antiguos colegas que creen que la salida de la cárcel y la llegada de
Destripamuertos van asociadas.
Los tres grandes protagonistas son Vigilante (y sus antiguos colegas), y el inspector Lopresti y su compañero Corrieri. Estos tres personajes, a pesar de no tener un gran desarrollo y profundidad, consiguen transmitir la pasión que tiene cada uno en cerrar el caso. Todos tienen una razón y la iremos conociendo a medida que avanza la historia. Vigilante es el personaje más perfilado de todos. Conocemos su pasado, su presente y como ha ido tejiendo su vida en la cárcel. Los otros dos, aunque deja entrever ciertos aspectos de la personalidad, quedan poco retratados en general.
Una de las cosas que me ha encantado ha sido la endiablada y magistral atmósfera que el autor ha creado: visualiza de forma bestial una Italia llena de asesinos, mafiosos, narcotraficantes, como viven dentro y fuera de la cárcel. Se nota que el autor conoce de primera mano la vida en la cárcel porque describe momentos culmen dentro de esta, los describe de forma autentica y muy realista, da vértigo sentir tan vividamente los hechos que acontecen dentro y fuera de la cárcel. La ambientación es lo más destacado de la novela, lo hace magníficamente transportándonos a escenas de película en la que no podemos dejar de visualizarlas y leerlas.
La historia se lee estupendamente, el autor consigue atrapar a lector en una lectura trepidante, sin respiración, con acción constante y la intriga de no saber quién está detrás de estos siniestros asesinatos. Está dividido en capítulos de gran extensión, aunque dentro de cada gran capítulo se subdivide y acaba creando una visión panorámica de todas las escenas y personajes que tenemos. Cada gran capitulo está encabezado por una frase de grandes clásicos: Joseph Conrad, Victor Hugo, León Tolstói, Alejandro Dumas o Hans Christian Andersen; justo antes del capítulo el autor nos regala un fragmento clave de las obras que más tarde nos daremos cuenta que tienen un sentido especial en la trama narrada. A lo largo de la novela se habla intensamente de literatura, de la grandiosidad de leer, y la libertad que produce dentro de un encierro casi permanente. La pluma del autor es excelente, tiene el control absoluto de todo, y escribe de forma ágil y autóctona atrapando en una atmósfera especial.
Una de las cosas que me ha encantado ha sido la endiablada y magistral atmósfera que el autor ha creado: visualiza de forma bestial una Italia llena de asesinos, mafiosos, narcotraficantes, como viven dentro y fuera de la cárcel. Se nota que el autor conoce de primera mano la vida en la cárcel porque describe momentos culmen dentro de esta, los describe de forma autentica y muy realista, da vértigo sentir tan vividamente los hechos que acontecen dentro y fuera de la cárcel. La ambientación es lo más destacado de la novela, lo hace magníficamente transportándonos a escenas de película en la que no podemos dejar de visualizarlas y leerlas.
La historia se lee estupendamente, el autor consigue atrapar a lector en una lectura trepidante, sin respiración, con acción constante y la intriga de no saber quién está detrás de estos siniestros asesinatos. Está dividido en capítulos de gran extensión, aunque dentro de cada gran capítulo se subdivide y acaba creando una visión panorámica de todas las escenas y personajes que tenemos. Cada gran capitulo está encabezado por una frase de grandes clásicos: Joseph Conrad, Victor Hugo, León Tolstói, Alejandro Dumas o Hans Christian Andersen; justo antes del capítulo el autor nos regala un fragmento clave de las obras que más tarde nos daremos cuenta que tienen un sentido especial en la trama narrada. A lo largo de la novela se habla intensamente de literatura, de la grandiosidad de leer, y la libertad que produce dentro de un encierro casi permanente. La pluma del autor es excelente, tiene el control absoluto de todo, y escribe de forma ágil y autóctona atrapando en una atmósfera especial.
La novela me ha bebido muy rápidamente. El ritmo y la acción
no cesan, es una lectura de corte rápido por lo que la lectura se hace
insaciable. Me ha gustado, el final me ha impactado, pero me ha faltado algo. Quizás
profundizar más y mejor en las razones de esas muertes, profundizar más en los
personajes. Pero lo que es innegable que es un thriller impetuoso, con una
excelente ambientación que cuenta una historia cruel con un trasfondo lleno de
ajuste de cuentas y mucha vendetta. Me ha parecido un libro que puede llegar a ser película perfectamente,
y que a pesar de esos aspectos negativos o esos aspectos que le faltan (es el
primer thriller del autor, se lo perdonamos, por toda la verosimilitud que
muestra), me ha entretenido muchísimo y me ha tenido enganchada hasta el final.