En Copenhague, el policía Carl Mørck está atravesando una de las épocas más negras de su vida. Tras ser sorprendido por el ataque de un asesino, un compañero suyo resulta muerto y otro gravemente herido. Su sentimiento de culpabilidad aumenta cuando su jefe y la prensa dudan de su actuación. Relegado a un nuevo departamento dedicado a casos no resueltos, Carl Mørck ve una oportunidad de demostrar su valía al descubrir las numerosas irregularidades cometidas en el caso de Merete Lynggaard. Cuando en 2002 esta mujer, una joven promesa de la política danesa, desapareció mientras realizaba un viaje en ferry, la policía decidió cerrar el caso por falta de pruebas. Sin embargo, Merete Lynggaard sigue viva aunque sometida a un terrible cautiverio. Encerrada y expuesta a los caprichos de sus secuestradores, sabe que morirá el 15 de mayo de 2007. Carl Mørck ha de utilizar todo su ingenio e intuición.
Hace unos días en una visita a la biblioteca encontré este
libro. Tenía muchas ganas de leer esta novela en particular ya que había leído
muy buenas opiniones, Departamento Q: La
mujer que arañaba las paredes.
En esta novela el personaje protagonista, Carl Morck, es un
policía danés que tras haber sufrido un traumático suceso junto con sus
compañeros tiene que volver a trabajar después de unos meses de baja. No le apetece volver al
trabajo a pesar de ser un profesional estupendo. Su jefe y los compañeros de
trabajo tampoco les agrada que vuelva, y para no apartarlo ni despedirlo a su jefe se le ocurre ponerle al frente del nuevo departamento de la comisaría, llamado Departamento Q.
En el departamento Q lo que se intentará será reabrir casos que
no se resolvieron en su día, para darles una nueva oportunidad y poder resolverlos. Aquí Carl se piensa que será un ligero pasatiempo, pero la llegada de su asistente o el chico para
todo, Assad, un sirio del que poco sabremos en este libro, hará que se inmiscuya
algo más en el trabajo. Así, es como se involucra en el primer caso: la extraña
desaparición de Merete Lynggaard.
A Merete la conoceremos antes del secuestro y durante su cautiverio. Es una
chica que está dedicada a su labor social y política y, también a su única familia, a su
hermano. Durante toda la novela veremos el sufrimiento, el miedo y la agonía que va
sufriendo a lo largo de los años; pero también lo valiente y lo decidida que será en
algunos momentos durante su cautiverio.
Es una novela que narrada a dos tiempos iremos conociendo
tanto la investigación de Carl y Assad como la desdicha de Merete. Los dos tiempos confluirán en un solo momento donde se
destripará todo y nos sacará de dudas.
Una novela que me ha gustado. Te mete en la historia desde
el minuto uno por la claustrofobia y el momento lucha de la protagonista. Y también
por el protagonista masculino y su asistente que forman un tándem perfecto: a uno le conoceremos bastante bien en este primer libro mientras que al segundo no se nos mostrará exactamente quién es y nos quedarán dudas que imagino se irán resolviendo a lo largo de la serie de libros.
El autor usa un lenguaje simple y claro; con diálogo lo cual agiliza su lectura a pesar del ritmo pausado que tiene, aunque al final de la novela aumenta la acción sustancialmente. Una novela que maneja muy bien los tiempos: no se hace larga ni pesada; maneja muy bien la intriga: mostrándonos sólo al final todos los datos. Una novela que engancha y hace que te apetezca continuar la saga.
En resumen, La mujer que arañaba las paredes es un comienzo de saga bastante bueno, a pesar de no tener un ritmo espeluznante, mantiene bien la intriga y el misterio de quién está detrás de todo el caso. Con unos personajes protagonistas muy bien definidos y muy particulares nos adentraremos en un aventura de claustrofobia, terror y venganza. Ha sido un placer adentrarme en el departamento Q en Dinamarca; así que seguiré acercándome a más casos.