Rojo como la sangre - Salla Simukka

Lumikki Andersson tiene 17 años, va a una escuela de arte y no le gusta meterse en asuntos ajenos. Pero un día encuentra en el instituto 500 euros de procedencia dudosa. Esto la hará verse envuelta, sin desearlo, en mitad de una operación de bandas rusas y estonias de tráfico de drogas. Comienza un juego de persecuciones y huídas que acabará llevándola a la mansión del legendario criminal conocido como "Oso Polar". Todo, mientras la ciudad sufre el invierno más frío en décadas. Y nada brilla tan rojo contra la blanca nieve como la sangre...

Tenía ganas de leer el comienzo de la trilogía que últimamente arrasa en los blogs… hablo de la trilogía Me llamo Lumikki… cuyo primer libro se titula Rojo como la sangre.

1. Rojo como la sangre
2. Blanco como la nieve
3. Negro como el ébano

Es un libro muy muy adictivo y muy bien ambientado… ese ambiente claustrofóbico y nevado crea un halo de tensión y de misterio muy fuerte. Una novela negra típica escandinava que gracias a su protagonista adolescente… se ha visto sorprendida por una gran acogida en distintos países.

La historia comienza de lo más misteriosa. Somos testigos de la sangrienta muerte de una chica que huía de algo y de alguien. La huida salió mal y tras este acontecimiento nos vemos sumergidos en la verdadera historia del libro.

Lumikki se encuentra con una gran sorpresa dentro de un pequeño cuarto dentro de su instituto. Así, creyendo que tres de sus compañeros son los responsables de esa situación decide seguirlos para averiguar que se traen entre manos. De esta forma tan fortuita se ve inmiscuida dentro de una gran conspiración y asuntos turbios.

Tras esta persecución, se ve sorprendida por uno de ellos, así es como empieza a entablar relación y a averiguar la verdadera razón por la cual intentaban esconder esa bolsa. Después de esto, Elisa, la única chica del grupo contacta con Lumikki porque se da cuenta que todo esto no le va a traer cosas buenas y tiene miedo. Lumikki convencida que tiene que hacer algo por ella, se enfrasca en un lio tremendo donde ella será una de las peores paradas.

Así empieza una historia llena de drogas y delincuentes, muchas e inquietantes persecuciones, mentiras y traiciones, muertes y mucha, mucha sangre. Una historia que te engancha desde el principio. No hay muchas florituras, la autora va a lo esencial y a pesar de que el diálogo no abunde, es una prosa fácil, ligera y fluida, lo que hará una lectura dinámica y sencilla.

La protagonista principal es Lumikki; una persona valiente, sencilla y muy perspicaz que lleva consigo un trauma desde hace muchos años e intenta sobrevivir y seguir adelante con su nueva vida. Con todo lo que ha sufrido no puede ver sufrir a sus amigos, y por eso se ofrece a cuidar y ayudar a Elisa, una chica que aunque de manera secundaria nos ofrece otra forma de sobrevivir y de ser valiente.

A pesar de ser comienzo de una trilogía encontramos un empiece muy digno y que entretiene, y lo mejor de todo engancha a la primera. Entenderemos a Lumikki al final ya que se nos explicará el porqué de su actuación y el porqué de su actitud. Hay bastante acción a pesar de ser un libro bastante corto, y, en mi humilde opinión, tiene lo mejor del libro, a una protagonista con un carácter fuerte y potente que arrasa con todo.

Es importante recalcar, que en este libro hay un principio y un final en lo referente a la historia criminal, por tanto no nos quedaremos con ganas de saber qué ha pasado… quedan dudas sobre el pasado y el futuro de Lumikki, por lo que entiendo que los siguientes libros nos irán dando más información sobre la vida de Lumikki.

En conclusión, Rojo como la sangre es la primera parte de una trilogía donde conoceremos a su potente y gran protagonista, Lumikki. Una historia que gira en torno a la corrupción, al dinero sucio, a las drogas o a la prostitución. Con una gran ambientación, una potente protagonista y un lenguaje sencillo y fluido harán que leas sin parar para saber más de la historia que nos acontece. Un buen comienzo de trilogía.

Gracias a la editorial La galera por el ejemplar