Quererte no es sólo cuestión de suerte
Kate Eberlen
Ed. Planeta
528 págs.
Tess está en Florencia apurando las vacaciones antes de empezar la universidad. Gus también está en Florencia de vacaciones, pero lo único que desea es escapar de todo. Durante un fugaz segundo, sus vidas se entrecruzan y en los siguientes dieciséis años todo parece indicar que están predestinados a no conocerse… ¿O quizá sí?Las potentes voces de los dos protagonistas, narradas en primera persona, nos guían a través de sus vidas por separado pero en ellas siempre viven experiencias similares, durante más de dos décadas de tragedias, felicidad y experiencias únicas. Ellos son los irresistibles protagonistas de la mayor historia de amor de su generación.
«Se cruzan, se intuyen, se oyen. Sin embargo, a veces tienen que pasar veinte años para reconocer al amor de su vida.»
Cuando leí la sinopsis me gustó mucho. Me apetecía algo
romántico sin mucho que pensar solo eso, una lectura para entretener, Quererte
no es sólo cuestión de suerte.
Ha sido una lectura diferente. Pensaba que sería mucho más
fresca, más divertida y más ligera. Ha sido mucho más profunda y pausada de lo
que podía imaginar. No se queda en la típica novela juvenil romántica: nos
acerca a muchos problemas actuales, comunes y lo hace de una forma cercana y
muy humana.
Quererte no es sólo cuestión de suerte es una novela a dos
voces, la de Gus y la de Tess. Veremos su vida desde que tienen dieciocho años
hasta los treinta y cuatro. La historia comenzará en Florencia en el año 1997.
Los dos están de vacaciones en esa ciudad: uno con sus padres y la otra de Interrail
con su amiga Doll. Ese día se conocerán en un encuentro fortuito, extraño y
especial. Y desde ese momento el azar y la suerte se alían en contra de ellos
para que la vida no los una y que todos los posibles encuentros que puedan
tener no los tengan.
De una forma muy cercana y amena nos lleva por los años 90 y
los años 2000 descubriendo y conociendo la vida de estos dos chicos. Una de las
cosas que más me ha gustado de la novela ha sido esto: la ambientación tan
especial, tan visual y tan perfecta que tiene. Nos envuelve la ciudad de
Londres, Kent o incluso Italia. La autora describe todo esto de forma que
estamos viendo la casa, la calle, todos esos momentos importantes... Y además,
que lo hace de forma fácil. Me ha encantado también mucho que me ha recordado
mucho mis años de juventud ya que los personajes se acercan a mi edad y he
reconocido muchas de las cosas que pasan, así como la música que les acompaña.
Construye así una atmósfera especial, íntima y envolvente de aquellos años… que
me ha gustado recordar.
Es una trama de personajes. Son ellos los que manejan los
tiempos, los que marcan los hilos y los que controlan la historia. Son ellos
los que nos cuentan los episodios de su vida y lo hacen de forma detallada y
concienzuda. Usan la primera persona de cada uno para detallar y conformar
mejor a su personaje, captando al lector y adentrando mejor al fondo de cada
uno: las acciones, los sentimientos o emociones. Esto lleva a una lectura bastante
más pausada y profunda, ya que conforma una historia muy real llena de errores,
aciertos y problemas actuales de hoy en día: el cáncer de mama, nos relata la
vida de una persona con Síndrome de Asperger en los años 90, la conciliación de
la maternidad y la paternidad con el trabajo, las relaciones personales tan
enredosas que pueden llegar a ser, la sensación de abandono en muchos momentos
de la vida, la soledad, el amor y la amistad lo poderosas que pueden llegar a
ser…
Hay muchos puntos interesantes que la autora se explaya a
explicar y a detallar implicando un ritmo de lectura mucho más lento y que
aunque vayan pasando muchas cosas, realmente no he notado que pase nada. No hay
acción propiamente dicha, y las últimas cien hojas que eran lo más interesante
las recorta imposibilitando recrearnos más en esos detalles más relevantes. Eso
ha sido lo que no he entendido de la novela: pensaba en una historia más
fresca, más amena, y me he encontrado con un pequeño drama… (Que me encantan) y
aunque he disfrutado al final, y me ha parecido
un final precioso, se me ha hecho una lectura algo lenta y yo no buscaba eso. Es cierto que me encantaría seguir leyendo ya que la relación
entre ellos en este libro es casi nula… por ello me gustaría conocer cómo será
el futuro de estos chicos.
En resumen, Quererte no es cuestión de suerte es una novela juvenil de corte más dramático que otra cosa, aunque no faltan el amor, la amistad, los secretos... Afloran muchos problemas actuales interesantes y nos relata dos vidas paralelas que parece que se van a encontrar y nunca convergen. La trama en sí me ha parecido original e ingeniosa, aunque no tanto la forma en que lo hace. Aunque sea de lectura pausada ha llegado a un final precioso y entrañable.
3,5